Wednesday, September 21, 2011

Operacion Tormenta del Desierto




Al mando del general estadounidense Norman Schwazkopf, se encontraban 800 mil hombres con la misión de evacuar Kuwait y la caída de la autoridad irakí.

Esta era la llamada Operación Tormenta del desierto, que en la mañana del 17 de Enero de 1991 empezo un masivo ataque aéreo.

Los principales objetivos de estos ataques eran: Atacar las defensas aéreas iraquíes, crear un quiebre entre las tropas y las bases iraquíes y debilitar las fuerzas terrestres del ejército iraquí.
La respuesta de Irak a estos ataques fue con misiles en la region de Arabia Saudita e Israel.
La respuesta no fue la esperada por los iraquíes, y la coalición continuo sin mayores problemas, por lo que Irak se abrió a posibles negociaciones. El presidente de los EEUU George Bush lanzo un ultimátum para el 23 de Febrero de 1991.
El plazo llegó, y las tropas iraquíes se mantenían.
El 24 de Febrero de 1991 empezó una nueva ofensiva por parte de la coalición, pero esta vez era por tierra. Este segundo ataque duró solo cuatro días, desde el 24 al 27 de febrero en que Kuwait y el sur de Irak fueron fuertemente bombardeadas y la capital kuwaití liberada.
Pero la retirada irakí tubo sus consecuencias, se detonaron explosivos en los pozos petroleros kuwaitíes, provocando el incendio de los mismos. Los incendios comenzaron en enero de 1991 y fueron totalmente controlados recién en noviembre del mismo año. Se perdieron aproximadamente 6 millones de barriles de crudo y entre 70 y 100 millones de metros cúbicos de gas natural por día durante nueve meses.


El 28 de Febrero, con el colapso de las tropas iraquíes y la recaptura de Kuwait, la coalición declaró un cese del fuego. El 2 de Marzo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hizo una resolución con los términos del cese al fuego, el cual fue aceptado por los líderes iraquíes al día siguiente. Otros objetivos que se podrían haber agregado, como el derrocamiento del gobierno iraquí y la destrucción de las fuerzas iraquíes no fueron aceptadas por todos los miembros de la coalición. La negativa estaba principalmente por el lado de las naciones árabes, que decían que la guerra era para restaurar a un país y no para destruir otro. Al mismo tiempo a EEUU no le convenía expandir los objetivos, porque de esta manera se hubiera visto envuelto en una lucha sin fin.

Como balance de la guerra, los iraquíes no lograron ninguno de sus objetivos, quedando en una pésima posición política, económicamente devastados y militarmente derrotados. Las pocas fuerzas iraquíes que sobrevivieron tuvieron que controlar dos rebeliones un tiempo después: una de los musulmanes Shiitas en el sudeste y otra de los Kurdos en el norte de Irak.

No comments:

Post a Comment